Inspirados por la creencia de que la muerte es una transición de una vida a otra, los Mexicanos celebramos una vez al año el tiempo en que los vivos y los muertos pueden convivir, mis ancestros creían que las almas no morían, que seguían viviendo en un lugar llamado Mictlán y que allí descansaban hasta el día en el que podían volver a sus hogares a visitar a su familia.
Una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana es El Día de Muertos.
Algunos de los sitios más atractivos de México para visitar durante el Día de Muertos por el colorido y la emotividad con que llevan a cabo esta tradición son Janitzio, Mixquic y Xochimilco, el origen del Día de Muertos tiene antecedentes relacionados con el mestizaje. Comprende rasgos culturales indígenas y españoles que al mezclarse dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad, pero en el caso de los mexicanos hablar de la muerte es hablar de los que pasaron a mejor vida por ello no siempre es trágico, de hecho yo no conozco a algún difunto que después de estar allá, se haya regresado para quedarse entre los vivos….. así que no ha de ser tan malo morirse…sin embargo, no me urge investigar si mi teoría es cierta .
La celebración del dia de muertos, se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos, en esos días la cultura, religión, arte y sentir del mexicano queda expuesta al mundo para dar testimonio de su identidad, los pintores, poetas, músicos, danzantes, y actores, recrean en la belleza de sus obras la magia y misticismo de la muerte, la cual sale de los panteones para hacerse presente en espacios culturales.
Celebremos la vida, respetemos la muerte y recordemos con cariño a nuestros seres que partieron.
Escrito por: Mario Ramírez Reyes “El Comodín”
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