«Cuando el poder es cabrón» critica directamente a las instituciones corruptas, mostrando cómo la complicidad de policías y altos funcionarios impide que se haga justicia, un tema que resuena profundamente en la realidad social de México.

El director Mario Ramírez tomó la audaz decisión de reescribir el papel principal, originalmente escrito para un personaje masculino, y en su lugar eligió a una mujer, Tania Mendoza, como protagonista. Esta elección añadió profundidad a la narración, destacando las luchas a las que se enfrentan las mujeres en un cuerpo de policía dominado por los hombres, al tiempo que aborda cuestiones más amplias de corrupción. La conexión personal de Ramírez con las fuerzas del orden, ya que su padre fue un comandante de policía que luchó contra la corrupción dentro del cuerpo, influyó enormemente en el retrato que hace la película de los agentes honrados que luchan por la justicia. La película también aborda el delicado tema del secuestro de niños, un tema que rara vez se trataba en el cine mexicano de la época, lo que pone aún más de relieve la corrupción y la impunidad generalizadas en el sistema.

Las escenas de acción son intensas y descarnadas, especialmente durante los enfrentamientos de la agente encubierta con los delincuentes. El suspense aumenta a medida que la investigación de la joven agente la acerca al descubrimiento de la verdad sobre su corrupto corporación policiaca.

Julio Alemán interpreta al jefe de policía, un personaje misterioso que esconde más de lo que parece. Es el principal obstáculo para el joven agente y está profundamente vinculado a la corrupción que centra la trama.

El agente encubierto está interpretado por el actor mexicano, Leonardo Daniel. Su personaje está atormentado por la pérdida de su familia y se sumerge en el submundo criminal para vengar sus muertes, pero corre el riesgo de perderse en la violencia que desprecia.

La película aborda la corrupción institucional, la búsqueda de justicia, la venganza y los dilemas morales a los que se enfrentan los protagonistas. También profundiza en las consecuencias personales y sociales de la impunidad en la sociedad mexicana.

En un impactante suceso de la vida real, la actriz principal de «Cuando el poder es cabrón», Tania Mendoza, fue trágicamente asesinada en Cuernavaca, Morelos, el 14 de diciembre de 2021, mientras esperaba a que su hijo de 11 años terminara la práctica de fútbol. A pesar del clamor público, las autoridades aún no han resuelto el caso. Tania, cuyo verdadero nombre era María Guadalupe Torres Mendoza, tenía una carrera polifacética en la actuación, la moda y la música, en particular la música tradicional del norte de México. Irónicamente, la denuncia de la corrupción en México que se hace en la película refleja el asesinato sin resolver de la propia Tania, un caso marcado por la inacción de las autoridades y los intentos de empañar su reputación alegando que su muerte estaba relacionada con los personajes que representaba en la pantalla.

La Ciudad de México no es sólo el escenario, sino una parte integral de la película, con sus calles, comisarías y lugares subterráneos que reflejan la corrupción y la injusticia que la historia pretende denunciar.